lunes, 15 de noviembre de 2010

LA SALUD MENTAL DE LOS COLOMBIANOS, EN CRISIS

Dos de cada cinco colombianos han sufrido alguna vez en su vida de un trastorno mental, según el último Estudio Nacional de Salud Mental. Solamente el 23% recibe tratamiento. El resto ha tenido que aprender a convivir con la depresión, los cambios de personalidad, la ansiedad, los ataques de pánico y las alucinaciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene calculado que para un país con el nivel de desarrollo como el de Colombia se requieren tres dólares per cápita para ofrecer los mínimos de atención en esta área a toda la población.

viernes, 12 de noviembre de 2010

LOS HOSPITALES PÚBLICOS NO DAN MAS

Editoriales El Tiempo – Noviembre 12 de 2010

Lo que faltaba: la situación financiera de la mitad de los 22 hospitales públicos de Bogotá empieza a preocupar. Cuesta creer que algunos arrastren carteras multimillonarias, pese a que el capitalino es el sistema de salud mejor librado de todo el país.


Lo que ocurre con estas instituciones, a las que EPS del régimen subsidiado, entes territoriales y hasta usuarios les deben 512.533 millones de pesos, no es sino el reflejo pálido de lo que está pasando con los cerca de 1.100 centros asistenciales públicos de Colombia. Bajo el actual modelo, la mayoría son prácticamente inviables y no pocos han tenido que cerrar sus puertas.


La situación no puede ser otra si la cartera con ellos a nivel nacional ascendía, a 30 de septiembre pasado, a 3,5 billones de pesos. Lo grave del asunto es que, pese a que no les pagan, están en la obligación de seguir funcionando, literalmente, al debe. Las fórmulas a las que ha sido sometida la red pública para salvarla, que incluyen reestructuraciones y refinanciaciones, no han sido más que paños de agua tibia frente a problemas que se agudizaron con la expedición de la Ley 1122 del 2007.

Hasta ese año, el dinero que se destinaba a atender a los colombianos que no estaban cubiertos por el sistema de salud era entregado a los hospitales, que debían soportar sus gastos con servicios prestados a estas personas.

Con la 1122 empezaron a reducirse dichos recursos y a trasladarse al régimen subsidiado, pues se partió de la premisa de que tal población iba a ser afiliada a las EPS de ese régimen, que contratarían con los hospitales su atención. Esto, sin embargo, no ocurrió. No solo no se produjo la afiliación como se esperaba, sino que las EPS, violando lo ordenado por la ley, contratan poco con la red pública los servicios para los que sí se afiliaron. Mientras tanto, las instituciones hospitalarias se ven obligadas a seguir atendiendo a la gente que está por fuera del sistema de salud, lo que generó una multimillonaria cartera de difícil recaudo.


Hay que sumar el hecho de que la subsistencia de los hospitales públicos de baja complejidad, que son la mayoría, depende de la operación del régimen subsidiado, en cabeza de los 1.032 municipios del país. Y agregar que, a 30 de octubre pasado, solo 72 de ellos habían recibido del sistema de salud los recursos para financiar dicho régimen durante octubre y noviembre. Es más, hasta la misma fecha, a cerca de 430 municipios no les habían llegado los dineros de agosto y septiembre, lo que los convirtió en deudores de los hospitales.

Ni qué hablar de las EPS. Caprecom, por ejemplo, afilia a usuarios al subsidiado en muchos municipios, los que contratan a la EPS, y esta, a su vez, a los hospitales públicos. Lo que Caprecom les debe a estos últimos es mucho más de lo que los municipios le adeudan a la EPS.


Al final, los hospitales pagan los platos rotos. Es claro que en esta dinámica perversa, ninguno es viable y que la solución no es la errática liquidación a ultranza de la red pública para entregarla al mejor postor.


Nadie desconoce que algunas de estas entidades han sido presa de la corrupción, la politiquería y la mala administración en algunas regiones, pero hasta la solución de dichos problemas exige análisis profundos y la definición de una política clara en tal sentido, que empieza por subsanar las deudas con los centros asistenciales y garantizar que reciban a tiempo el pago por los servicios que prestan. No se requiere más.


La reforma del sistema de salud, que hoy se discute, debe abrir un capítulo especial a este problema, pues de la viabilidad de los hospitales depende la calidad de la atención que reciben millones de personas.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

FALTA DE PAGO DE ENTIDADES AFECTA A HOSPITAL UNIVERSITARIO DEL VALLE

Por: Redacción eltiempo.com | 3:59 a.m. | 02 de Noviembre del 2010

Más de 33.000 millones de pesos le adeudan Entidades Prestadoras de Salud (Eps).

Al Hospital le deben la antigua Calisalud unos $ 25.000 millones, Selva Salud le adeuda otros $ 6.000 millones y Cóndor está pendiente con $ 2.000.

La directora del Hospital Universitario del Valle HUV, María Lucero Urriago, presentó ese cuadro ante las comisiones conjuntas de Plan y Presupuesto de la Asamblea del Valle.

El diputado Fernando Forero Cruz mostró preocupación por el gasto en recursos de personal del HUV. En el 2010 el Evaristo García cuenta con 1.440 personas en planta de cargos y 1.247 por contrato.

En materia financiera el Hospital mostró un comparativo de ingresos ejecutados as: $ 233.901 millones (2008), $ 275.595 (2009) y $ 219.649 (a Septiembre 2010). A Diciembre próximo se prevé que la ejecución llegue a $ 227.101, mientras que el Presupuesto 2011 fue proyectado en $ 229.127 millones de pesos.
Con respecto al POAI 2011 con recursos de Estampilla Pro Hospitales, se contemplan inversiones por $ 21.946 millones distribuidos en Pasivo Pensional ($ 4.389), Inversión y mantenimiento de la planta física ($ 4.213), Compra y mantenimiento de equipos ($ 6.320), Personal especializado ($ 3.511) e Insumos ($ 3.511 millones).

Este año el Universitario Evaristo García ha prestado los siguientes servicios: Consultas de medicina general urgentes 43.552, Consultas de medicina especializada 78.706, Partos vaginales 3.365, Partos por cesárea 1.457, Total egresos 33.105, Total cirugías realizadas 21.164, Imágenes diagnósticas 84.082, Exámenes de laboratorio clínico 641.452 y Terapias 74.066.

Por su parte, el Hospital Universitario Psiquiátrico ha dejado de percibir $ 3.000 millones por venta de servicios a las EPS contributivas. Así lo informó su director, Alejandro Solo Nieto.
Ese Hospital disminuirá en -17% el Presupuesto para el 2011.

Mientras este año se aforaron $ 28.658 millones, el próximo fue proyectado en $ 23.888. Esta institución contar el 2011 con $ 3.798 millones (15%) de los $ 26.523 millones que se espera recaudar de la Estampilla Pro Hospitales.

martes, 9 de noviembre de 2010

EMSA_ILADIBA_SALUDHOY_EDITORIAL_PRÁCTICAS PERVERSAS DE MERCADEO

Editorial

Prácticas perversas de mercadeo que deben erradicarse

La lectura de un artículo publicado en el New York Times el 3 de Noviembre sirvió para recordarnos que en nuestra región siguen prevaleciendo prácticas corruptas de mercadeo de los medicamentos (y con seguridad de equipos e insumos) que encarecen los productos, perjudican a los pacientes y enturbian a la sociedad.

La nota del periódico de mayor prestigio mundial alude a los pagos que hace Genentech (filial de Roche) a algunos oftalmólogos para que prescriban Lucentis® cuyo componente es bevacizumab el mismo de Avastin®, con la diferencia que para tratamiento de degeneración macular de la retina el costo de una inyección de Lucentis® es de 2000 dólares y el costo de Avastin® para la misma indicación oscila entre 20 y 50 dólares.

Al médico participante en el programa le abonan a su cuenta un descuento por prescribir el producto más costoso, en preferencia del similar más económico. Si ello no es soborno, “mordida” o “serrucho” qué es?

El laboratorio productor de Lucentis® expresó en un comunicado que la práctica de los descuentos o devoluciones es estándar en la industria y contribuye a rebajar los costos para hospitales, farmacias y médicos. Y para quien verdaderamente cuenta, el paciente, cuál es el beneficio?

Evidentemente el argumento es falaz e inapropiado, excepto en la afirmación de que se trata de una práctica estándar.

En efecto, en todas nuestras farmacias y distribuidores, es conocido que el médico que prescriba un determinado producto de marca recibe “puntos” destinados a calcular el pago de algún beneficio (becas, viajes, computadores u otros) para el médico.

Como la mayoría de las compras en las farmacias se pagan del bolsillo del paciente, la realidad es que el paciente le está pagando al médico una parte del coste del medicamento.

Los costos de los medicamentos tienen que disminuir y para ello hay que utilizar una variedad de medidas como control de precios, importaciones paralelas y prescripción por el componente genérico y no por la marca.

De la misma manera deben erradicarse prácticas perversas como la mencionada. Las organizaciones médicas gremiales o científicas deben pronunciarse y condenar esas prácticas.

El farmaceuta tampoco debe participar y por el contrario debe estar legalmente obligado a ofrecerle al paciente todas las opciones que haya de un determinado compuesto, partiendo del nombre genérico.

Ni el médico, ni el farmaceuta, deben sugerir y menor exigir o imponer una marca que siempre es más costosa (hasta 20 veces más en muchos casos), sin que haya evidencia de superioridad.

Recordemos que muchísimos pacientes a duras penas pueden comprar el genérico barato. Si les toca gastar más simplemente no se tratan, la enfermedad progresa y se complica y eventualmente mueren. Nuestro juramento hipocrático nos obliga a proteger al paciente.

Jorge E. Maldonado MD, PhD, FACP

Editor-Jefe Publicaciones ILADIBA

Profesor Titular de Medicina Mayo Clinic College of Medicine (1976)